martes, 11 de agosto de 2015

Radioafición, la primera gran RED SOCIAL.

              Cuando hablamos de redes sociales nos referimos casi exclusivamente a las surgidas con Internet, como Facebook, Twitter, Instagram y otras tantas. Sin lugar a dudas la novedad del mundo moderno. No obstante, hay redes sociales que llevan un largo transitar por el mundo y que de alguna forma dieron pie a las modernas y masivas actuales. La radioafición es una de estas redes sociales que perduran en el tiempo. En Venezuela, hoy día  hay cerca de 2500 radioaficionados con la licencia activa y unos 20 clubes en todo el país. Es una actividad que los acompaña durante buena parte del día, pero que también tiene un perfil solidario. En catástrofes como la de Vargas 1999, y terremotos como Cariaco,  por ejemplo, cuando no había telecomunicaciones, los radioaficionados estaban ahí para dar ayuda y asistir a las autoridades en la coordinación de los operativos de rescate. Por muchos años trabajaron de la mano con las autoridades apoyándoles en las telecomunicaciones  en los distintos operativos de Carnavales y Semana Santa a través de la RED NACIONAL DE EMERGECIA. 


            Para este mundo con reglas propias, ser radioaficionado supone una carta de presentación, un valor agregado que implica camaradería, solidaridad y hospitalidad. En una tarde en algún club, las historias de encuentros con otros radioaficionados se multiplican por cada miembro. Este es el objetivo primario de la actividad. Navegar por el dial en busca de una respuesta, empezar a hablar e intercambiar información. Tan sencillo como eso. Una suerte de paradoja, porque es una actividad solitaria que busca un contacto del otro lado. Y el certificado oficial de cada vínculo que hace un radioaficionado es una tarjeta QSL, una especie de tarjeta postal que se intercambia con cada uno de los radioaficionados que se hizo vínculo, y que hoy día tiene su variante electrónica.

              La radioafición es un servicio de la Unión Internacional de Telecomunicaciones que tiene por objeto: "La auto-instrucción, la intercomunicación y las investigaciones técnicas efectuadas por aficionados, esto es, por personas debidamente autorizadas que se interesan en la radiotécnica, con carácter exclusivamente personal y sin fines de lucro." (World Radiocommunication Conference 2003 - 1.56 Servicio de radioaficionados). Esta definición aceptada universalmente por todas las naciones hace especial hincapié en la faz técnica y educativa de la actividad, a la cual se define oficial y formalmente como amateur, no como hobby. Se puede tener afición por la radio en sus diferentes formas o practicarla cuando es posible como un hobby, sin detrimento o menoscabo del significado de este término, pero técnicamente la radioafición como servicio de la ITU (siglas en ingles) requiere de conocimientos técnicos, reglamentarios y operativos específicos para poder montar una estación autorizada y contar con licencia para emitir señales en las bandas especialmente designadas para ese servicio.
                  Los radioaficionados utilizan diferentes tipos de equipos de radiocomunicaciones para intercomunicarse con otros radioaficionados, ofrecer un servicio a la comunidad, recreación y autoformarse en las disciplinas técnicas de la radio.
Los radioaficionados gozan (a menudo en todo el mundo) de comunicaciones inalámbricas personales entre sí, y son capaces de apoyar a sus comunidades con comunicaciones de emergencia en caso de desastres o catástrofes si es necesario, mientras aumentan su conocimiento personal de la teoría de la electrónica y de la radio. Se estima que unos seis millones de personas en todo el mundo participan regularmente de la radioafición

                  Es una actividad regulada por el Estado, en Venezuela a través de CONATEL. Para tener la licencia hay que hacer un curso dictado por alguno de los entes autorizados (Radio Club Venezolano y Asociación de Radioaficionados de Venezuela) y presentar una prueba. El curso inicial requiere unas 80 horas y, entre otras destrezas, los aspirantes deben aprender telegrafía. 
          Hay tres temas que no se pueden tocar: política, religión y no se pueden hacer comunicaciones para sacar un provecho económico.
Hoy día más que nunca, resulta un hobby considerablemente costoso. Un equipo usado básico y antiguo, como para empezar a transmitir puede costar entre 50 y 100 U$. Cualquier equipo nuevo podría superar los 1000U$.

        Hoy día el número de practicantes de radioafición en el mundo ha disminuido considerablemente ya que muchos hacían uso de este por necesidades de comunicación personal, cubierto hoy día por la telefonía celular y otros medios de comunicación que han llegado a mas personas.

LA RADIOAFICIÓN:
1. Desarrolla una fuente de experiencia en la electrónica sin costo para la nación.
2. Contribuye y demuestra innovaciones en la electrónica.
3. Promueve la exploración de los fenómenos de propagación, así como el desarrollo de tecnología para el uso más eficiente del espectro de frecuencias.
4. Proporciona recursos para comunicaciones en casos de desastre.
5. Promueve la amistad y comprensión internacionales.
6. Proyecta la imagen de la nación.
7. Proporciona una oportunidad de aprendizaje para todos, incluyendo los jóvenes, los de mayor edad y los minusválidos.
8. Es un servicio disciplinado que se regula por sí solo.


Referencias: El Clarin, Diego Geddes; CONATEL; Youtube (Contrastes Tecnologico. Andres Arena); EA1GAR